Escucha a las piedras, incluso ellas tienen su grano de sabiduría. ¿Cuánta sabiduría tienes tú en cambio? Es un bien bastante escaso en los humanos, la única certeza que tienen es que van a morir.

miércoles, 20 de julio de 2011

Poema 42

Sombras deja cosas como este poema que uso de cebo para el resto y la verdad es que lo merecen desde el I hasta el L, forman un círculo perfecto y este poema nº XLII brilla (oscuramente eso por supuesto) por si solo.



Acercarse es empezar la batalla
que profetizaban tus altos ojos
hermosos, grandes, abiertos, aún solo,
que se unirán a los míos en la cama.
Ambos sabemos que quieres besarme,
excelente y sensual tentación,
pero sientes temor de despertarte.
Ve despacio, hay que exprimir la ocasión.

Deberás perdonar a mis labios
con tus brazos amicales
por saber encontrar el placer
en los lugares más inusuales.
Palpo tus albos muslos
mientras el placer huye por la ventana,
van a chocar dos mundos
que colisionarán entre las sábanas.
Nos mesamos los cabellos
y tras un excitante abrazo
libramos nuestros pechos
a los que dirigimos nuestros brazos.

Nos buscamos con ansia y deseo,
rodeamos nuestros cuerpos desnudos,
alzamos nuestras voces en jadeos,
somos dos empapados en un mismo sudor.
Tus manos empujan mi espalda
y susurras: “Perdamos la cabeza”.
Con tus uñas me marcas
mientras sigo tus contoneantes caderas

Somos más que dos tú y yo,
cuando te toco con mi corazón,
si los dos no estamos juntos
seguirá combustible la tea de nuestra pasión.
Tuyas son de mi espalda las heridas,
mía es la llave a un reino celestial,
míos son tus suspirantes gemidos,
tuya, pues te regalo, es toda mi vida,
nuestros son y serán los cuerpos unidos.

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